Diseño gráfico, crisis y oportunidad

Hace varios años un cliente me comentó que lo que pudo mantener a flote a su empresa durante la recesión del 2008 fue contar con una imagen corporativa sólida. Mientras su competencia se veía en la obligación de cerrar sus locales, él pudo mantener el timón y atravesar aguas turbulentas hasta puerto seguro. Esto se debió al conocimiento y reconocimiento que había ganado en el mercado.

En aquel entonces yo trabajaba como director de imagen de aquella empresa y fue cuando me di cuenta que el diseño había hecho mucho más que solamente promover la comunicación y la estética de aquel negocio. Al mismo tiempo, contribuyó a sostener empleos, familias y por qué no, sueños.

Hoy las aguas nuevamente comienzan a agitarse en todo el mundo y el diseño se ve en la necesidad de responder, levantarse y pelear, ya no solo para sostener las economías, sino para sostener todos los aspectos de nuestra vida. Es así como lo veo en cada aplicación para entrega de comida a domicilio o en las infografías que publican los medios de comunicación y los memes que nos compartimos para tratar de apalear la cuarentena.

Efectivamente, el diseño está en la video conferencia con personas que deben pasar aisladas enfrentando un enemigo tan mortal como una pandemia, la soledad. El diseño está aquí, ayudándonos a comunicarnos, organizarnos, conectarnos y seguirá presente hasta llegar nuevamente a puerto seguro.