El canje como motor de una profesión que no la necesita

La creatividad no se canjea

En una conversación con mis estudiantes, les hablé en donde (a mi modo de ver) está el valor de nuestra profesión como diseñadores. Pero para ser más didáctico voy a transcribir en este post una historia de la vida real que les compartí en clases.

Hace varios años en un gran proyecto para la empresa pública, me vi corto de tiempo para la entrega de unos materiales impresos, para ser más preciso de unos tickets que debí entregar en tres días, pero lo crítico en realidad fue que dos de esos días eran sábado y domingo.

Es así que tuve que contratar a un diseñador que para nuestro relato lo nombraremos Carlos, a quien conocí por su sentido de la estética y sobretodo por su disciplina como ex alumno.

Así que me reuní con Carlos y le expliqué los detalles del trabajo pero sobretodo la urgencia del mismo, el cual aceptó realizarlo y entregarlo en el corto tiempo que teníamos, pero lastimosamente desapareció y como era de esperarse el cliente no estuvo muy contento por lo sucedido y yo tampoco.

La otra parte de esta historia se da seis años después, cuando conversando con unos amigos sobre su negocio me indicaron que el logotipo para su negocio lo había diseñado precisamente Carlos, lo cual me sorprendió ya que nunca supe nada de el sino hasta aquel día y la verdad el diseño estaba bastante bien logrado.

La sorpresa sin embargo fue que el trabajo no era pagado sino mas bien un acuerdo de canje, donde Carlos hacía diferentes diseños y era pagado con productos y de pronto tuve un flashback a la época donde Carlos me había fallado con el trabajo desapareciendo sin dejar rastro.

Ahora bien, aunque parezcan dos situaciones aisladas pues no lo son, ya que un profesional que no tuvo la responsabilidad para cumplir con una tarea optando por desaparecer sin ni siquiera justificar esa ausencia, es poco probable que tenga una dimensión más amplia de lo que implica ejercer el diseño.

El diseño es una carrera que combina varios conocimientos técnicos, teóricos matemáticos y sobretodo involucra procesos creativos y ahí es donde radica el valor del profesional, en su creatividad.

De esta manera al ser al creatividad un recurso no material, no podemos canjearla con manzanas, porque simplemente son elementos que no se corresponden y así como una persona entiende perfectamente las cualidades de una manzana pues con la misma claridad debe entender lo que es la creatividad sea este un cliente o un diseñador.

Así que mi conclusión es que mientras cualquier Carlos siga canjeando su creatividad por manzanas o cualquier otra cosa, querrá decir que no es consiente del valor del diseño y sobretodo de su valor como profesional.

La creatividad no se canjea.

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KYAN

Dis. Cristian Alvarracín. (KYAN) Diseñador Gráfico y Multimedia. Apasionado por el buen diseño.

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