El día en el que los cementerios se vuelven jardines

Así se vivió el Día de los difuntos en Cuenca tras un año de pandemia

El pasado 2 de noviembre cientos de personas acudieron al cementerio municipal de Cuenca con fervor, alegría y muchas flores en mano después de un año de no visitar a sus seres queridos. La satisfacción de volver a aquellas tradiciones se evidenció de tal forma que el cementerio municipal de Cuenca pasó de ser un lugar gris a convertirse en todo un jardín de colores, gracias a los arreglos florales que familiares llevaron a sus seres queridos.

La tradición se vive con flores

Acudir a los camposantos para visitar a difuntos es una tradición que se vive en toda América Latina. Desde México hasta Argentina, las personas comparten un ritual similar el cual es rezar por el descanso del alma de su pariente y adornar sus tumbas con muchas de flores.

El pasado martes fuera del cementerio municipal de Cuenca se encontraron algunos puestos llenos de las protagonistas de este día y las únicas con la habilidad de convertir al cementerio en un jardín, las flores.

Había cientas remojadas en agua y las abejas revoloteaban sobre ellas en busca de polen, personas preguntaban el precio y elegían sus favoritas. Aquellas que predominaron fueron las rosas y los claveles. La gente las llevó por montones y parecía que el amor a sus parientes se reflejaba en el tamaño, el color y cómo estas estaban combinadas.

Esto no es extraño pues el regalar flores es una costumbre que comunica nuestros sentimientos hacia el destinatario, ya sea amor, devoción o nostalgia. Todo depende también del color, pues no es lo mismo que te regalen un ramo con rosas blancas a uno con rosas rojas. Es así que lo maravilloso de la ambigüedad del regalar flores es que únicamente quien recibe y quien da son quienes conocen el significado detrás del acto.

El diseño y la psicología del color en los arreglos

Anteriormente, mencioné lo importante de las flores y su mezcla para que las personas crean que unas personificaban más el amor por sus parientes que otras. Esto se debe a cómo está compuesto un arreglo floral.

De acuerdo con el blog de Frida Enamora, un arreglo floral se logra al saber combinar flores, plantas y adornos con un fin específico. Estos se establecen de acuerdo a los gustos de las floristerías, quienes escogen las flores a usar, la temática y paleta de colores.

En este sentido, los tonos que imperaron en las flores del exterior del cementerio fueron blancos, rojos y amarillos en su mayoría, pero ¿por qué no azul, morado o cualquier otro color?

Bueno, esto se explica por la Psicología de color, la cual dice que el color tiene la capacidad de transmitir emociones y sensaciones, con base en esto, el blanco simboliza la paz y tranquilidad; el amarillo energía y el rojo poder y amor. En conjunto, estos tonos van de acuerdo con el propósito del Día de los difuntos que es honrar a quienes partieron, expresar cuánto los extrañamos y amamos, todo esto a través de unas flores.

Una flor y mucho más un arreglo floral contiene un significado que se puede potencializar por los colores que se escojan. Durante este día, miles de flores reposaron en los mausoleos, en su mayoría blancas, rojas y amarillas para expresar el amor y la nostalgia que los vivos sienten por sus familiares que descansan.

 

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Dis. Cristian Alvarracín. (KYAN) Diseñador Gráfico y Multimedia. Apasionado por el buen diseño.

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