Garabatear, un acto de aprendizaje
Es hora de regresar al papel, al lápiz, al bolígrafo o la servilleta
Muchas veces he instado a mis estudiantes a que dibujen, sin embargo, no para todos el dibujar es lo mismo, mucho menos para mí porque se que cada uno tiene motivaciones e intereses diferentes sobre la manera de reconocer el mundo. De tal manera que algunos lo harán a través del dibujo, otros mediante la fotografía y otros preferirán viajar.
Pero el garabateo es otra cosa, es como la antesala de un aprendizaje de la realidad y de nosotros mismos, quizás algo natural y espontáneo (aunque muchas veces muy planificado). Ahora bien, es el acto en sí mismo de depositar ideas sobre el papel que normalmente no tienen sentido pero que en el fondo son guiadas por nuestro subconsciente como una especie de desahogo mental.
Si bien es cierto, garabateamos cuando estamos en una reunión, garabateamos cuando estamos al teléfono, garabateamos cuando estamos en clases, etc. y esta acción como tal no debería pasar de manera desapercibida ya que en cierto punto parece que buscamos comunicarnos con alguien más y tal vez seamos nosotros mismos.
Como lo señala Sunni Brown en su conferencia TED:
Los garabatos son marcas espontáneas que nos ayudan a pensar
Efectivamente, va más allá al señalar que el solo hecho de trazar estas líneas espontáneas puedes llegar a proyectar grandes ideas que se concretan en la arquitectura, la escultura, la música o un sinnúmero de expresiones artísticas. Sin duda alguna, ha llegado la hora de regresar al papel, al lápiz, al bolígrafo, la servilleta o a lo que sea que pueda darnos ese pequeño instante de crecimiento personal.
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