Cinco consejos para una tarjeta de presentación efectiva, claro, si tuvieses alguna
Cinco recomendaciones para que cambies el
“dame tu Facebook”
por unas tarjetas de presentación profesionales
.
Nada más entretenido que poner a disposición ciertas experiencias profesionales para ilustrar a los lectores con enseñanzas prácticas y uno que otro truco para que puedan construir una imagen profesional sólida, desde el más pequeño detalle. Y es justamente eso de lo que trata este post, del más pequeño detalle por el cual nos valemos para entrar en contacto directo con un cliente potencial, proveedor o amigo.
El mundo no es del que tiene recursos, el mundo es de quien tiene contactos, pero contactos de verdad y no los mil y pico que destacan en sus redes sociales, que por cierto, pocos son los que en verdad funcionan para sus propósitos. Es por eso que una tarjeta de presentación te sería muy útil para que te contactes con los clientes que de verdad les interese tus servicios.
La tarjeta de presentación o como en otros lados la llaman, una tarjeta de visita, es la estrategia más pequeña pero de un gran impacto profesional. Esto se debe a que es capaz de proyectar nuestra imagen más allá de lo que podríamos imaginar, convirtiendo de manera inmediata a la primera impresión en una amistad de verdad o en el inicio de un gran proyecto.
Pero qué pasa cuando una persona nos pide nuestra tarjeta y tenemos que pasar la penosa necesidad de llevar nuestra mano al bolsillo o al bolso para sacar nuestro teléfono celular que de pronto podría tener un estuche con una calavera, corazones, marca de la Fórmula 1, etc., y expresamos al borde del sonrojamiento, diciendo “por ahora no tengo tarjetas pero voy a tomar tus datos en mi teléfono”. Aunque, se suele escuchar también la clásica expresión, “dame tu Facebook”, que por cierto, no es la mejor opción, puesto que, cuando esa persona te encuentre en redes sociales lo primero que verá son las mismas calaveras, corazones o marcas como foto de perfil o de portada.
La pregunta es: ¿así, quién puede tomarte en serio?
¡No más!, hay que ser conscientes de estos pequeños grandes detalles porque son parte de nuestro perfil profesional y por eso dejo aquí cinco sugerencias para que tu tarjeta no sea solo un pedazo de papel, sino un representante de tu discurso de imagen:
- La sugerencia más importante es que consigas unas tarjetas de inmediato (porque seguramente no las tienes).
- No escatimes en la cantidad de información que puedas plasmar en ella porque ayudará a que tu contacto te encuentre, sin importar que te vayas al otro lado del mundo.
- El tener mucha información en una tarjeta no quiere decir que esta deba estar mal hecha o ser kitsch (pasada de moda o de mal gusto), si no sabes cómo diseñarla, contrata a un profesional.
- No escatimes en recursos para la impresión de tu tarjeta, busca la mejor imprenta y paga lo que cuesta porque tal vez sea el primer y único documento de imagen de marca personal que tendrás.
- Finalmente, deja de lado los anglicismos o expresiones extrañas y escribe un mensaje claro, ya que las tarjetas son para quien las recibe y no para el que las entrega.
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